Una pasarela para las aguas del olvido
Por Xuan CÁNDANO
Hay un libro magnífico y poco conocido de Paco Ignacio Taibo I que se titula “Para parar las aguas del olvido”. Evoca, con emoción y excelente pluma, las vivencias de juventud en la cruel posguerra de Oviedo de tres amigos inseparables, el poeta Ángel González, el editor Manuel Lombardero y el propio autor, excelente periodista y escritor.
Para parar las aguas del olvido escribo este artículo, sin acritud ni lamento alguno, como Paco Ignacio Taibo I. Simplemente para que quede constancia de otra historia más reciente y local: la del proyecto para construir una pasarela en la ría del Nalón entre L´Arena y San Esteban. Una iniciativa popular que continúa aparcada por las instituciones.
Antecedentes
Comunicar las dos orillas de la ría del Nalón, separadas por poco más de un centenar de metros, ya era un sueño de los vecinos de sus dos pueblos, obligados a recorrer ocho kilómetros entre ambas localidades, al menos desde el siglo XIX. El pintor José Robles, uno de los más destacados de la Colonia de Artistas de Muros, también ejerció el periodismo y fue redactor del diario El Carbayón. Algunos de sus artículos, describiendo y ensalzando las bellezas del Bajo Nalón, lo convierten en uno de los primeros promotores turísticos de Asturias. En aquellos artículos de la última década del XIX ya reclamaba una pasarela sobre la ría y anotaba que en otros lugares o países sería inimaginable esa incomunicación.
Puerto Norte
A comienzos de los años 90 del pasado siglo el entonces presidente socialista del Principado, Juan Luis Rodríguez Vigil, fue el primero que vio las inmensas posibilidades que ofrecía la ría del Nalón, totalmente abandonada tras el cierre al tráfico mercantil del puerto de San Esteban, que llegó a ser el carbonero más importante de España a principios del XX. Vigil fue visionario, pero también pecó de uno de los grandes defectos de los asturianos; el grandonismo. Puerto Norte era un proyecto espectacular y ambicioso, que incluía incluso un ferry hasta Pravia. Pero desechaba la pasarela entre L´Arena y San Esteban, que en buena lógica debería ser su primera obra y hubiera supuesto un desarrollo que haría más atractivos los grandes puertos deportivos previstos. Vigil habló conmigo varias veces de Puerto Norte. Recuerdo especialmente una de aquellas charlas, en la Junta General, delante de un diputado del PSOE. Le insistí en que era imprescindible esa pasarela en Puerto Norte. Su respuesta fue más o menos la siguiente:
“Ya hablé con Borrell de eso (ministro entonces de Obras Públicas) pero en San Esteban van a entrar barcos tan grandes que necesitaríamos un puente como el de San Francisco”.
En la Expo de Sevilla del 92 se expuso una espectacular y carísima maqueta, encargada por el Principado a unos arquitectos gallegos, que mostraba como sería Puerto Norte. La pasarela no aparecía. Tampoco aparecieron nunca los trasatlánticos de Vigil por la ría del Nalón, porque cuando dimitió por el “Petromocho” y lo sustituyó Antonio Trevín, Puerto Norte empezó a caer en el olvido. Los alcaldes de Muros y Soto callaron, y la maqueta de Puerto Norte acabó en el Museo del Pueblo d´Asturies de Xixón. Ahora está desaparecida.
Aprobada por el gobierno:
Tras el efímero gobierno de Trevín, le sucedió Sergio Marqués, de la URAS. Un vecino fuertemente arraigado en los dos pueblos de la ría, Andrés Rodríguez Cuervo, elaboró un anteproyecto de pasarela, lo colgó en establecimientos públicos de L´Arena y San Esteban, y logró ilusionar y movilizar al vecindario. Hubo una concentración en ambas orillas y Marqués recibió en la presidencia del Principado a la plataforma vecinal formada para conseguir la pasarela. El presidente cumplió lo prometido y un consejo de gobierno aprobó la construcción de la pasarela, que sería peatonal, como demandaban los vecinos, y móvil para permitir el paso de las embarcaciones. Se presupuestó en unos 500 millones de pesetas. Se abrió un concurso público al que se presentaron cinco empresas. Se hicieron algunas prospecciones, se colocó un cartel anunciando la obra y llegaron las elecciones autonómicas de 1999. Ganaron los socialistas, que volvían al gobierno. Pero los vecinos de la ría del Nalón perdimos la pasarela.
Tini la aborta y los alcaldes callan
Poco tiempo después de acceder a la presidencia del Principado, Vicente Álvarez Areces visita el Bajo Nalón y en el ayuntamiento de Muros, rodeado por el alcalde local y el de Soto, anuncia que no se ejecutará la pasarela aprobada ¡porque así lo pedían los alcaldes! Es cierto que hasta entonces la pasarela había sido un proyecto impulsado por los vecinos sin apoyo municipal. El alcalde de Muros nunca se mostró favorable. El de Soto incluso llego a hacer manifestaciones públicas diciendo que no era una prioridad. A las palabras de Tini Areces también respondieron con el silencio, entonces y más tarde, cuando se confirmó la decisión del nuevo presidente y los 500 millones de pesetas de la obra se destinaron al puerto de Navia. A alguna obra tenían que ir a parar, porque la tramitación de la pasarela ya se había iniciado administrativamente. Puerto Norte también pasó a la historia.
La soledad de Cambio Siglo XXI
En aquella época apareció en el concejo de Muros Cambio Siglo XXI, una candidatura municipal independiente. Se convirtió en la primera fuerza de la oposición al gobierno local del PSOE desde 1999. En las tres elecciones municipales a las que compareció la exigencia de la pasarela fue su primera reivindicación. No solo la demanda de esa comunicación, sino la denuncia de que se había usurpado a los vecinos una obra aprobada en un consejo de gobierno. Una afrenta insólita, comparable a algo tan inexplicable como que el gobierno central suspendiese la realización de la Variante de Pajares y el Principado lo asumiese con su silencio cómplice.
Se de lo que hablo y lo recuerdo con exactitud, porque yo fui, durante tres años, uno de los concejales de Cambio Siglo XXI y tuve con este asunto una especial e intensa actividad. Planteábamos la pasarela como una de las tres obras a contemplar en un plan de choque para la ría del Nalón, imprescindible para saldar la clamorosa deuda histórica que Asturias tiene con este territorio marginado. Las otras dos eran un gran puerto deportivo y un polígono industrial.
Durante los doce años de su existencia, Cambio Siglo XXI levantó en solitario la bandera de la pasarela. El rechazo del Ayuntamiento de Muros era tal que ni siquiera tramitaba nuestras mociones, que acababan en la papelera sin poder siquiera debatirlas en los plenos. Y no solo eso. Tras las primeras elecciones a las que se presentó este colectivo vecinal independiente, cuyas decisiones se aprobaban en conceyos abiertos, el alcalde captó a su primer candidato a alcalde, que llegó a la primera reunión interna de Cambio Siglo XXI tras los comicios con una propuesta del PSOE para lograr un entendimiento, a costa de renunciar a varios puntos del programa electoral. La primera de esas renuncias era la pasarela. La propuesta fue unánimemente rechazada en Cambio Siglo XXI, excepto por aquel primer cabeza de lista, que se hizo tránsfuga y pasó a ser en la práctica un concejal más del PSOE.
Vuelve la Plataforma
Recientemente ha vuelto la demanda popular y se volvió a formar una plataforma vecinal a favor de la pasarela en las dos orillas. Ya hubo varias movilizaciones a las que tímidamente se acercaron los alcaldes de Soto y Muros, que ahora al menos ya no son los obstáculos políticos imprescindibles para evitar la obra. La Junta General del Principado, a propuesta de Foro Asturias, aprobó instar al gobierno a retomar la pasarela, con todos los partidos a favor, excepto IU, que votó en contra, y Podemos, que se abstuvo.
No soy demasiado optimista a corto plazo. El PSOE no tiene el menor entusiasmo por la pasarela, porque para sus gobiernos la ría del Nalón parece que sigue sin estar en Asturias. Y además todo parece indicar que los presupuestos serán prorrogados.
Pero tarde o temprano la construcción de esa pasarela será inevitable, por la presión popular y por pura racionalidad. Es la única ría incomunicada, con dos poblaciones en cada orilla que se dan la espalda, en toda España. Y el síntoma del abandono de una comarca decrépita, que debería marcar el desarrollo de Asturias porque tiene belleza natural, una excelente ubicación, buenas comunicaciones, un inmenso puerto en San Esteban abandonado desde que dejó de explotarlo el capital vasco y grandes terrenos en desuso. La crisis de la ría del Nalón, sin economía productiva y con una impresionante caída demográfica, es el fracaso de Asturias.
En Edimburgo acaban de inaugurar el tercer puente para unir dos orillas separadas por dos kilómetros y medio en el fiordo de Forth. Los tres están pegados y son un orgullo para los escoceses, que contemplan su progreso ininterrumpido en obras de los siglos XIX, XX y XXI. Qué envidia. Y qué contraste. El de un país entusiasta que pone proa al progreso y otro acomplejado que le sigue poniendo el freno.
Cuando inauguremos la pasarela, y los de L´Arena y los de San Esteban nos abracemos en el medio, la emoción logrará parar las aguas del olvido.
Excelente cronología de los hechos,dando una gran esperanza al final, pero advirtiendo de las dificultades que habrá que pasar todavía por la cerrazón y los intereses de los políticos. El último párrafo es muy emotivo. Ojalá éste escrito sea la bandera que enarbolemos hasta ver concluída la obra y, como bien expones,nos demos ése día un abrazo, los vecinos de ambas orillas,en medio de la tan ansiada pasarela y que detenga las aguas del río. Puxa pasarela.