[Entrevista] Eloy Sopeña: “Si hay angula vez caras alegres”
El presidente de la Cofradía de Pescadores de San Juan de La Arena lamenta que el sector vaya a menos y que la gente joven no tome el relevo
F. Romero / Soto del Barco
Eloy Sopeña Prendes (San Juan de la Arena, 1960) es el presidente de la Cofradía de Pescadores San Juan Bautista de esta localidad, capital angulera. Precisamente estos días comenzó con su lancha a recoger el preciado manjar, que ya está entrando, aunque moderadamente. Curtido del aire marino, lleva 30 años pescando angula. Empezó yendo por tierra de la que estudiaba, aunque a los 17 ya se lanzó a la mar, algo que no le viene de familia, ya que su padre era transportista.
Ve con cierto escepticismo la evolución de la angula “porque va a menos. Antes éramos un centenar de lanchas y ahora 14, aunque también es cierto que ahora son mucho más grandes”. Sabe, porque lo ve y se lo han confirmado los biólogos, que el cambio climático afecta, aunque insiste en que desde que se construyó la depuradora de Soto del barco “entran menos angulas. No tengo pruebas científicas pero veo que cuando llueve y se limpia el agua entran más. Y aunque está menos contaminado el río, lo cierto es que hay menos que cuando había carbón”.
Lo que si quiere dejar claro es que los anguleros no se enriquecen con esta costera. “Nos buscamos la vida como podemos. No nos hacenos ricos con la angula, ahora está a un precio aceptable, 400 euros y han bajado de 6 a 4 meses con paros biológicos y aunque sigue teniendo mucha incidencia económica en la comarca, lo cierto es que antes vivías todo el año con la angula y ahora no. Tenemos un sueldo rapado. Todos los meses hacemos el estadillo de lo que pescamos y no es para tanto. Malvivimos”.
La técnica tampoco ha evolucionado mucho, aunque las lanchas son más grandes “es como siempre, llevamos dos coladores para ir filtrando el agua y sacando la angula, aunque ahora sabemos dónde hay porque con el móvil nos comunicamos mejor”.
Y es que los pescadores de La Arena y Cudillero, que comparten esta costera, prefieren ser cooperativos antes que competitivos: “antiguamente veías a unos con mucha pesca y a otros con nada. Ahora nos avisamos con el móvil y todos pescamos”.
En La Arena no les gusta hablar de la pesca furtiva de la angula “hay mucho control, pero así y todo todos sabemos de gente con pocos recursos que se tira al río. Es muy goloso, lo tienes ahí y puedes sacarle un dinero, siempre será mejor eso a que roben”, explica.
Eloy Sopeña tiene claro que el sector pesquero está en crisis y tiene difícil solución, sobre todo porque la gente joven no viene. “La media es de 40 años para arriba y no hay renovación. Este año entró un chaval con una lancha, pero poco más. Es normal, lleva mucho trabajo el mantenimiento, además de las inspecciones, peritajes y luego costeras como la xarda están limitadas por la UE, con cupos muy pequeños y da rabia porque la tenemos delante de nosotros”.
Hoy para ahorrar costes la mayoría de los pescadores son también mecánicos de sus lanchas y sobre todo hombres del tiempo “hay que llevar el libro de mareas en el bolsillo”, bromea. Las embarcaciones de la angula son pequeñas, de menos de 9 metros de eslora, y si viene mal tiempo “no sacas nada, algo que no ocurre si pescas en el río a la angula”. Y es que, en este pueblo cuando hay angula “lo notas en la gente porque ves caras alegres”.
Contesta a los ecologistas y a otros pescadores como los de salmón que les acusan de pescar alevines: “no son alevines. Cuando llegan aquí desde el mar de los Sargazos tienen dos años” y cree que detrás hay otros intereses mundiales, especialmente de los noruegos que se oponen a la angula “porque ellos son los principales productores de anguila que venden a Japón”.