“Las vacas se escaparon por culpa de los jabalíes”
El dueño de los animales que provocaron el descarrilamiento del tren de Feve de la línea Oviedo-San Esteban en Trubia responsabiliza a los cazadores
F. R. G. / Trubia
José Manuel Valdés ‘Pichi’, propietario de las cuatro vacas atropelladas por el tren de Feve en Udrión y que causó su descarrilamiento el pasado sábado, dice que sus animales se escaparon por culpa de los jabalíes. Este ganadero, que tiene que afrontar pérdidas superiores a los 3.000 euros, está disgustado por lo ocurrido, aunque le tranquiliza saber que el accidente no causó heridos entre los 8 pasajeros que viajaban. “Desde hace tiempo esta vega está llena de jabalíes” – dice mientras muestra los destrozos en los prados que causan estos animales salvajes – “fueron ellos los que fozando desconectaron el pastor eléctrico, ya que lo movieron, hizo masa y dejó de funcionar y luego se escaparon las vacas”. Por esta razón cree que la responsabilidad frente a Feve no es suya sino de la Sociedad de Cazadores de Grao, de quien depende el coto.
El presidente de la Sociedad de Cazadores de Grado Adolfo García Blanco niega, sin embargo, que tengan responsabilidad: “los jabalíes no rompen los alambres del pastor eléctrico. Podría entender que un día de caza se pudieran mover, pero el día del accidente no se cazó”, explica y añade que “no se sostiene el argumento porque los jabalíes pasan por debajo del pastor eléctrico, que está a un metro de altura”. Niega además que haya mucho jabalí por la zona “porque ya hemos matado más de 400 ejemplares en lo que va de temporada”.
Valdés tenía 28 vacas en la finca de La Rina, junto a las vías del tren, de las que ahora le quedan 24. Dice que no siempre están allí, sino que van rotando por los prados de la vega. Todas las fincas están cercadas con un pastor eléctrico “y las vacas le tienen mucho miedo a la corriente y no salen, puede escaparse un ternero una vez al año”. Muestra los destrozos causados por el jabalí en todos los prados de la zona y dice que ya han llamado en varias ocasiones a la Sociedad de Cazadores “pero me piden las escrituras y yo soy llevador”.
En cuanto al paso del tren, replica lo que aseguró Feve a este diario de que en este tramo vayan despacio: “suelen ir a 80 kilómetros por hora y a veces no pitan. Si pitan las vacas se asustan y marchan”, asegura e insiste en que no va a reclamar nada por los daños. Dice ser un ganadero responsable que vela por sus vacas: “siempre vengo a diario a mirarlas. El día del descarrilamiento estuve hasta las 6 y esto ocurrió a las 8”, asegura.