Salas “defenderá donde sea necesario” la subasta del ‘campanu’
El Alcalde pide “respeto” para las tradiciones: “A nadie se le ocurriría hacer un descenso de piraguas en el Narcea”
Las asociaciones de pescadores lamentan la polémica, aunque ven el conflicto de difícil solución
A. P. F./ Redacción/Salas
El Ayuntamiento de Salas “defenderá donde sea necesario” la subasta del ‘campanu’ y no descarta llegar a los tribunales, ya que “la única subasta autorizada para subastar el campanu de Asturias es Cornellana, en Salas”. “Se trata de una tradición ribereña que nació en el río Narcea y el Ayuntamiento de Salas defenderá este título en los próximos meses donde se resuelven estas cosas”, manifestó Hidalgo, que considera que no es “con discusiones entre las riberas” como se dirime el conflicto. “Pedimos respeto a las tradiciones, y a la subasta del campanu. A nadie se le ocurriría organizar un descenso de piraguas en el río Narcea”. El Ayuntamiento convocará nuevamente la subasta del campanu si sale en el Narcea en los próximos días.
Por su parte, asociaciones de pescadores como Las Mestas del Narcea lamentan la polémica. “La administración es la que tiene que decidir pero mientras exista la lógica libertad del pescador de hacer lo que le dé la gana con su campanu, no hay nada que hacer. Soy uno de los que más le duele que no se haya subastado aquí pero está claro que algún año tenía que pasar”, afirma su presidente, Enrique Berrocal. Otros pescadores, como el trubieco Ángel López García, Iti, apuestan también por mantener la tradición en Cornellana, “que fue la que empezó con la subasta del salmón”, pero considera que el conflicto tiene difícil solución. Sobre la subasta en sí, Iti considera que debería hacerse a cambio de una donación, no por dinero, “no estoy de acuerdo con la subasta en sí”.
El primer salmón de la temporada fue pescado por Juan Antonio González Menéndez, ‘el Sastrín’ de Ribadesella, ayer al mediodía en la zona libre de El Arcu, en el río Sella. Se trata de un ejemplar de casi 7,2 kilos de peso, 87 centímetros de largo y 46 de perímetro capturado con cebo natural (merucu y quisquilla). Fue subastado en Cangas de Onís, y obtuvo un precio de 11.900 euros.
Manuel Diaz Estrada.
He seguido con interés y con pena la polémica surgida un año mas en torno a la subasta del famoso “campanu”, en el inicio de la nueva temporada de pesca. Cornellana y Cangas de Omis han vuelto a disputarse el protagonismo de tal evento. Por el momento, Cangas este año le ha marcado un gol a Cornellana, al capitalizar la subasta del primer salmón pescado en el río Sella. Aquí quien debería intervenir para dilucidar cual de las dos localidades asturianas deberá ser la sede oficial de este evento, en nuestra opinión, tiene que ser el Gobierno del Principado. La solución al conflicto creado no es de fácil solución, pues se entra en el tema de las libertades de las personas, es decir, si un pescador del Oriente captura el Camoanu en uno de los ríos de aquella comarca, nadie puede, ni debe, obligarle a tener que vender, subastar, o regalar su pieza donde le digan desde Cornellana, si se le ofrece esa misma posibilidad en su zona, es algo que cae por lógica. Así pues, el Gobierno Regional deberá ser muy cauteloso con la salida a este problema, pues volvemos a repetir, lo que se trata de delucidar es ni más ni menos que con la libertad de una persona a poder vender, subastar o regalar su primera pieza de salmón, allá donde le venga en gana, sin que nadie se lo tenga que imponer. Es nuestra modesta opinión.
Por ultimo, no estaría mal descapitalizar la compra del primer salmón, es decir, El Principado podría sacar una nueva ley sobre este tena, y una posible solución podría ser el sustituir el valor monetario del primer salmón por otro tipo de premio, en forma de un trofeo, una medalla, un viaje de vacaciones, algo que premie ese primer salmón de la temporada, que no tendría que pasar exclusivamente por esa puja que es la que origina todo este conflicto, pues todos sabemos que el dinero es muy goloso, especialmente en estos momentos de crisis en la que vivimos.