La polémica por la subasta del ‘campanu’
José Manuel R. ANTOMIL
No podía ser de otra manera: día de apertura de pesca, día de polémica entre Salas y Cangas de Onís, entre el Narcea y el Sella. Lo primero, felicitar al pescador del campanu del Sella y este año de Asturias también. Es una realidad incuestionable que Cornellana siempre ha sido la capital salmonera de España, de ahí su nombre de Salmón City. Antes de empezar la polémica subasta del ‘campanu’, la puja de este preciado pez siempre se celebró en Cornellana, y a esta villa acudían los ‘campanus’ del Eo, Canero e incluso del Sella. Por aquella época eran los hosteleros de la comarca quienes gestionaban la comercialización del salmón, convirtiéndose Cornellana en el centro neurálgico de esta actividad económica y deportiva. Como sucede en casi todas las actividades de renombre, en seguida aparece la mano de la política y ahí empiezan los problemas. Hace 20 años que empezó la feria y la subasta, pasando el protagonismo de los profesionales a los políticos y advenedizos. Ambas cosas fueron y son exitosas, más cuando la subasta del ‘campanu’ fue convertida en fiesta de interés turístico regional, pero quedaron muchos cabos sueltos por parte de los políticos, entre ellos la de que fuese imprescindible que ese primer salmón de Asturias solo pudiese ser comercializado en Cornellana. Y de ésos vientos vienen estas tempestades. Ante ese vacío legal, el pescador es libre de venderlo o subastar lo donde crea conveniente. Mientras Alberto Tejada fue director de la feria ésta funcionó como un reloj; pero a partir del cambio político en Salas todo empezó a cambiar. Quien esto escribe en su momento aconsejó al señor Alcalde de Salas que mantuviese a Tejada al frente de la feria, pero parece ser que en el ideario político no cabe el entendimiento entre personas de distinta ideología, aunque eso perjudique al pueblo, en este caso a Cornellana. Por otra parte los organizadores de estas últimas ferias han demostrado una gran bisoñez, y bien sabe el señor Alcalde que siento un gran aprecio personal hacia él, pero este año se ha comentado mucho un grave error, a saber: un premio para ir a pescar a Islandia, viaje organizado por alguien que no goza de grandes simpatías entre los pescadores; además, según los entendidos ese río apenas tiene salmones. Otro aspecto muy criticado es que ese premio lo que hace es promocionar la pesca fuera de Asturias, para llenar los bolsillos de algunas águilas que revolotean por la cuenca. De no mojarse el Principado, que no lo hará, los pescadores del Sella tienen todo el derecho del mundo a promocionar su propia subasta e incluso su propia feria. Mal que pese a algunos, este plumilla ya advirtió hace dos años en una reunión en el Monasterio de Cornellana que o se cambiaba el rumbo o Cornellana dejaría de ser capital salmón era. Lo que considero reprobable y de mal gusto es que desde las redes sociales algunos energúmenos se dediquen a insultar a los vecinos de Cornellana. La pesca del salmón debe servir para unir a los pueblos y sus gentes, nunca para dividirlos.