1.700 bollos para ir abriendo boca
Pravia se vuelca en la celebración del Xiringüelu, con muchas ganas de fiesta y nutrida asistencia al pregón leído por Teté Balseiro
Redacción / PRAVIA
Todo listo en Pravia para recibir la diversión y la folixa que cada mes de agosto trae el Xiringüelu. La fiesta por antonomasia del verano praviano tuvo ayer viernes su habitual preludio, mediante el “pregón del ahorcao” con el que un personaje vinculado a la localidad glosa sus recuerdos de una fiesta en la que, en general, la memoria selectiva siempre es el mejor antídoto contra dolores de cabeza y otras partes del cuerpo que se resienten de la juerga. Bromas aparte, pero con el mismo buen humor, la presentadora Teté Balseiro fue la encargada de leer este año el discurso, festivo y jocoso como mandan los cánones, en el que relató sus muchas anécdotas vividas en la fiesta. Balseiro hizo una peculiar repaso de sus vivencias del prau Salceo, desgranando las alegrías (y algún disgustillo menor) protagonizado por amigos y amigas que pierden los papeles o que ganan cajas de sidra, aconsejando a los asistentes las mejores formas de guardar la compostura (o de disimular su extravío), entre las risas de todos. Balseiro, que se definió como “Gijonesa de nacimiento, de San Esteban de Pravia de adopción, sportinguista de pro y encaramada en esti púlpito, aquí de charleta” se ganó en su discurso a los asistentes a la plaza del Conde de Guadalhorce, que le brindó su aplausos al pronunciar “¡Puxa el Xiringüelu! ¡Puxa la peña del Ahorcao!”, frases que preceden al canto del Xiringüelu y el “Asturias, patria querida”, y con el que la fiesta, definiticamente, se abre paso.
La Cofradía del Xiringüelu y la Peña del Ahorcao, hermandades festivas sin las que no se entiende la fiesta, certificaron el éxito previsto, materializado en el reparto del bollo, volando en un pispás las 1.700 unidades disponibles justo después del pregón. Entrada la noche, el público se volcó en la “verbena xiringüelera”, amenizada por el DJ Jony Luarca, y en la tarde de hoy otra cita de prosapia, el “Popinazo”, abrirá la fiesta de una noche a la que el sol no pondrá el final. Porque mañana es el día. En el práu Salceo, desde muy temprano, y como siempre: casetas, folixa, pañoletas y ganas de pasarlo bien. Sanamente, que el Xiringüelu es para todos. Y a pasarlo bien, que de eso se trata.