El ‘esqueleto’ de Pravia tendrá que estar demolido antes del 2 de enero

Los técnicos fijan ya a la propiedad fecha de ejecución de la obra que, en caso de no llevarla a cabo, la realizaría el Ayuntamiento de manera subsidiaria

F. R. G. / Pravia

El ‘esqueleto‘ de Pravia tiene ya los días contados. Los técnicos municipales han fijado fecha límite para iniciar las obras de demolición: el 2 de enero. En caso contrario será el ayuntamiento quien contrate la ejecución de manera subsidiaria, es decir, pasándole luego la factura a la propiedad. La demolición de la estructura de este edificio inacabado será, no obstante, complicada. Su cercanía a otros inmuebles conlleva una ejecución compleja y la planta superior tendrá que ser desmontada a mano. Aunque existe maquinaria para este tipo de casos, no podría llevarse a cabo dado que apenas hay sitio para su instalación.

El Consistorio praviano ya había declarado la pasada primavera la caducidad de la licencia y se ha notificó a los propietarios, que aunque habían presentado reclamaciones, éstas fueron desestimadas. El Ayuntamiento declaró la ruina y solicitó a los propietarios que iniciasen la demolición.

El pasado mes de abril el alcalde acudió invitado a una asamblea vecinal convocada por el Círculo Podemos de Pravia para tratar sobre este problema. En este encuentro Álvarez se había comprometido a declarar la caducidad de la licencia en pocos días, con el inicio del expediente de ruina, y para junio saber quién es responsable de la demolición. El regidor ya informó entonces que en diciembre se debería ejecutar dicha demolición .

El solar está situado en la confluencia de las calles Doctor Argüelles y el área infantil del parque Heno de Pravia, y limita en una de sus paredes con el casco viejo de la villa. Se trata de un pequeño espacio trapezoidal, de unos 740 m², que se comenzó a edificar en 1991, con un informe municipal que lo desaconsejaba.

Los trabajos fueron paralizados un par de años después, al parecer por quiebra de la constructora. El proceso entero ha supuesto más 25 años durante los cuales la obra, abandonada en plena fase constructiva, y con incipientes puntos de insalubridad y riesgo para los usuarios del parque anexo, permaneció con los pilares al aire, sin paredes ni remate de la estructura.