“Lo mejor es que alguien te dé las gracias por tus fotos sin conocerte”

Jonás Pravia lleva años retratando a los principales deportistas del concejo

Jonás Pravia

Rafa Balbuena / Pravia

Armado con su cámara, rápido en el disparo y a la vez discreto y sin fanfarroneo, como hacen los mejores de la profesión, la estampa del fotógrafo Jonás Menéndez Sánchez es una constante en cualquier evento deportivo que se celebre en la villa. Por algo todo el mundo, dentro y fuera del concejo, le conoce por Jonás Pravia. Y por esa afición concienzuda que va pegada a su amor a los deportes, Jonás recibió el pasado diciembre la Mención Especial dentro de la III edición de la Gala del Deporte de Pravia.
“Es muy gratificante que te reconozcan la labor que haces con este tipo de premios, porque yo creo que lo más difícil de conseguir es que te den un premio deportivo sin practicar el deporte”, explica con humor y con ese orgullo por la patria chica tan propio de un praviano.
Fotógrafo de cabecera del Club Los Cuervos Klöcner Pentaplast, la Real Federación Española de Piragüismo y el C.D. Praviano, pocos serán los deportistas que hayan pasado por la villa a los que no haya capturado el objetivo de su cámara. Y de los locales, a buen seguro que ninguno: son ya unos cuantos años de trabajo y en su archivo fotográfico hay muchos nombres de relieve, aunque su admiración y respeto por todos le impiden decantarse por sus favoritos. “Sería injusto dar nombres ya que en el concejo hay muchas disciplinas y serian muchos los nombres de los deportistas históricos”, aclara.
¿Y a la hora de escoger una foto concreta o un momento de su trayectoria? “Muchos, porque que cada vez que me piden una foto o la ves por las redes sociales con el nombre de Jonás Pravia ya es gratificante, y cuando un lunes después de una competición, un partido o una carrera abres el periódico en la cafetería y ves el pie de foto con Jonás Pravia te hace mucha ilusión”, resume él. En todo caso, la “culpa” de todo la tiene su suegro, el mítico e inolvidable piragüista local José Luis Parga. “Yo siempre fui más de futbol, pero mi afición viene por parte de la familia de mi mujer, ya que tanto ella como su padre siempre estuvieron ligados al piragüismo y al Club Los Cuervos”. De hecho, recuerda que su vocación de conjuntar fotografía y deporte nació “viendo una prueba con Parga, era en Piloña y fuimos a ver la bajada de la presa”. Aquel día algo debió hacer ‘clic’ en su cabeza, aunque al poco el único ‘clic’ que sonaba -y aún no ha parado de hacerlo- era el de su primera cámara fotográfica. Con ella a cuestas, dominando poco a poco la tecnología y sacando recursos (y tiempo) de donde pudo y como pudo, su figura pegada a un objetivo y un disparador se empezó a distinguir cada vez más frecuentemente en los ambientes deportivos de la villa, primero siguiendo las pruebas de K1 y K2a orillas del Nalón, para luego abrirse a otras disciplinas.
Así llegaron el campo de La Figalona,el Santa Catalina, el polideportivo de Agones, el picu Cueto y allá donde hubiese alguien dándole a la competición, ya sea fútbol, ciclismo, balonmano, carreras de relevos, la Crows Battle de las fiestas del Cristo… y lo que haga falta.
Con todo, el piragüismo es lo que ha dado empaque a labor de Jonás, en un concejo donde confluyen el curso bajo del Narcea y del Nalón haciendo de la zona un lugar idóneo para la práctica de este deporte. “La verdad es que tenemos un río con muchas posibilidades para la práctica del piragüismo”, señala, aunque “sí es cierto que tenemos un gran problema: justo a la altura de la piragüera se ve imprescindible realizar un dragado por parte de la Confederación Hidrográfica, ya que por medio del cauce se encuentran isletas, cosa muy peligrosa para los deportistas y que nos impiden traer más competiciones a nivel nacional”.
Mientras tanto, Jonás seguirá en la brecha, cámara al hombro y compaginando con el trabajo diario y la vida. “Al final lo que menos tiempo te lleva es ir a sacar las fotos”, aclara divertido al par que quita importancia a ese y otros esfuerzos: “el verdadero trabajo viene después en casa delante del ordenador, pero la mayor satisfacción es que alguien te de las gracias por las fotos, sin que te conozca de nada”.