“La que armé, la que armé”, dijo Cuervo tras el fatal accidente
Visto para sentencia el caso del exconcejal praviano juzgado hoy en Avilés por el accidente que causó el fallecimiento de una persona
Rafa Balbuena / Avilés
El juicio contra el exedil socialista de Pravia Diego Cuervo Menes ha quedado hoy visto para sentencia. Durante la vista, celebrada esta mañana en Avilés, tanto la defensa como el ministerio fiscal y la acusación particular se reafirmaron en sus respectivas posiciones mantenidas desde que ocurrió el fatal suceso, hace más de año y medio. La Fiscalía y la acusación solicitaron cuatro años de prisión y retirada del permiso de conducción por otros seis para el ex concejal, en tanto que acusado de un delito de homicidio imprudente y temerario, con agravante de conducción contra la seguridad pública, más el pago a los familiares de la víctima de una cuantía de 260.000 euros. Por su parte la defensa, ejercida por el letrado Miguel Fernández Rodríguez, solicitó para Cuervo la pena mínima por delito imprudente, estimada entre uno y cuatro años de prisión.
Los hechos ocurrieron el 23 de julio de 2017, cuando el acusado, que regresaba de una boda a su domicilio, en las proximidades de Cornellana, se salió del carril de la carretera AS16 impactando contra otro turismo, conducido por M. A. G., de 81 años, que falleció en el acto. El atestado efectuado por los agentes de la guardia civil reflejaba que Cuervo dio 0,86 mgr. de alcohol por litro de aire espirado en un primer test de alcoholemia practicado a las 4,14 horas de la madrugada, y de 0,87 en el segundo, efectuado a las 5,54. “Presentaba aspecto cansado, ojos brillantes, pupilas dilatadas, olor a alcohol muy fuerte de cerca, habla pastosa, movimiento oscilante, dificultad para mantenerse en pie sin apoyo y dificultad para expresarse”. Los primeros testigos del accidente certificaron que el ex concejal salió de su vehículo “con dificultad” pero “por su propio pie”, mientras repetía “la que armé, la que armé”. Sin embargo, el acusado mantuvo durante su testifical que “no recordaba mucho” de lo ocurrido en aquellos momentos, que iba “muy cansado” y que se durmió, admitiendo que había bebido “lo normal en una boda” y que había tomado la última copa “por la tarde”. También señaló, entre algunas observaciones confusas, que no solicitó un contraanálisis de las pruebas de alcohol en sangre “porque creía que me las harían en el hospital sin yo tener que pedirlas”.
ALEGACIONES REITERADAS
El abogado defensor insistió repetidamente en la petición de nulidad de las pruebas de alcoholemia aduciendo “irregularidades” en el procedimiento empleado, extremo contradicho por los tres guardias civiles que firmaron el atestado, que en calidad de testigos presenciales, destacaron que “no se trataba de un control rutinario, sino del protocolo a aplicar ante un accidente grave” saldado con una víctima mortal. A la “evidencia de la ebriedad” del acusado, según los agentes, se sumó la certificación pericial de que el ex concejal ya se había salido de la carretera apenas un minuto y medio antes del impacto, chocando contra un quitamiedos en el que, aseguraron, quedaron señales “evidentes” del vehículo, coincidiendo tanto el color de las marcas raspadas como la altura de las mismas. El resto de la vista, de casi dos horas de duración, prosiguió con la reiteración de los respectivos argumentos esgrimidos por ambas partes. Por otra parte, se da la llamativa circunstancia de que, durante toda la vista, solo se hizo una mínima referencia directa a la víctima mortal al final de la sesión, en un comentario de pasada efectuado por la acusación particular.
A la salida, un cabizbajo Cuervo rehusó hacer declaraciones a los medios. El ex concejal, que el pasado viernes renunció a su acta como edil del consistorio praviano, ya había sido retirado de sus atribuciones en el equipo de gobierno el pasado mes de octubre, un par de meses después de su reincorporación por baja laboral derivada de este suceso. La sentencia del caso se hará pública en un plazo aproximado de unos 5 días.
[…] julio de 2017. Según diversos medios de comunicación como RTPA, La Nueva España, El Comercio y La Información del Bajo Nalón, Cuervo aseguró que bebió “lo normal en una boda: un vermut, vino en la comida y solo una copa. […]
[…] La historia ya la conocemos casi todos, pero vamos a resumirla para quienes se estén adentrando hoy en este triste asunto: una boda, un banquete, generosidad con el alcohol pero tacañería para pagar veinte euros de taxi, conducción temeraria y accidente, final trágico con un fallecido inocente y una familia rota. Los hechos ya están prácticamente demostrados, y el juicio sólo servirá para concretar la pena. Resulta inexplicable que el citado concejal siguiera ejerciendo su responsabilidad política desde que provocó (supuestamente) ese accidente hasta hace apenas unos días. […]