Vivir en una ruina
Cáritas denuncia que el problema de la infravivienda sigue presente en Pravia, con casas que se caen y sin luz en la que viven familias
F. R. G. / Pravia
El problema de la infravivienda persiste en Pravia y a pesar de todos los intentos no ha logrado erradicarse. Un reciente incendio sin mayores consecuencias en un local utilizado como ‘templo’ por los evangelistas ha puesto de manifiesto el riesgo que corren algunos edificios utilizados por familias y que no tienen unas mínimas condiciones de habitabilidad. En el casco viejo, en la calle de la Fuente, en Carmen Miranda y otras zonas de la villa se ocultan detrás de fachadas más o menos aceptables viviendas con graves problemas en las que habitan familias. Casas en las que cuyos propietarios no invierten un euro en mantenimiento. “En Pravia se alquilan chamizos a familias a los que les cobran 250 euros, casas en una situación horrorosa, sin agua, apuntaladas, sin luz, un desastre” explica Aurora García, directora de Cáritas en Pravia. La institución asegura que hay un mercado de alquiler sumergido que no está controlado. de las 54 familias a las que Cáritas ayudó en 2018, al menos 5 de ellas viven en esas condiciones. Sin ser un dato alarmante, lo cierto es que existen esas situaciones. “Una cosa es que no tengan calefacción y otra es que las paredes estén abombadas y apuntaladas para caerse”, añade.
Este año, sin embargo, ha habido muchas menos solicitudes de ayudas para la vivienda, gastos de luz, alquiler, etc. El presidente de Cáritas José Luis Fernández explica que en 2018 lo que más se pidió fue comida y ayuda para alimentación. y solo tres familias para el recibo de la luz, una para el agua y otra para gas. “Otros años no era así, sobre todo al salir de la crisis. Lo ideal es que nadie pidiera estas ayudas porque supondría que no las necesitan”, añade.
“El propietario no tiene responsabilidad”, asegura Aurora García, quien también subraya que hay propietarios “que se portan bien con los inquilinos y que tienen buen corazón”. Desde Cáritas aseguran que no hay un seguimiento municipal de esta infravivienda y no se exige a los propietarios que inviertan en mantenimiento.
Según los datos se los Servicios Sociales del Ayuntamiento los principales afectados por la infravivienda son familias de etnia gitana. Las 48 unidades familiares que conviven en el municipio de Pravia se distribuyen en viviendas de alquiler libre y de alquiler protegido. De estas, 2 familias viven en un edificio considerados ruinosos (Avenida de Prahúa y entrada de Pravia en la gasolinera de abajo) y otra en el Avenida Cudillero.
“Evidentemente los dos casos descritos nos preocupan. Las herramientas son tremendamente limitadas para las administraciones locales. En ambos casos han pasado la comisión municipal correspondiente para obtener vivienda normalizada de la Dirección General de Vivienda. Estamos esperando la puesta en disposición de estas viviendas por parte del Principado”, explica el alcalde de Pravia David Álvarez.