La concentración parcelaria de Los Cabos avanza a buen ritmo
El Principado presenta a los propietarios el trazado de caminos de acceso a las fincas, que ocuparán 210 hectáreas de tierras de cultivo de faba y que podría arrancar en tres años
F. Romero / Pravia
Si hay una vega fértil y apropiada para la famosa faba asturiana esa es la de San Ranón en Los Cabos. Los propietarios de estas fincas lo saben y por eso quieren que este suelo sea racionalidado y ordenado para poder aumentar la producción. Por eso apoyan la concentración parcelaria, un proceso que ya lleva tiempo activado pero que avanza a buen ritmo. La pasada semana el Principado presentó a los propietarios el plano con el trazado de los nuevos caminos que darán acceso a las fincas concentradas, en total 210 hectáreas y que también afecta a Santianes y Agones. También se beneficiarán terrenos situados donde la depuradora y los que están hacia la autovía. Aún hay un escollo, pues un 35% aproximadamente de titulares de las propiedades están sin identificar, aunque la Administración regional pretende seguir adelante y se habla de un plazo de unos tres años para culminar la concentración parcelaria de Los Cabos.
Fernando Menéndez Alonso es uno de los propietarios más implicados en este proceso agrario. Asegura que la concentración parcelaria les beneficia porque los terrenos que hay actualmente son muy pequeños de entre 10 y 15 áreas “y uno en cada extremo”. Esta vega es muy productiva, no solo para la faba, muy apreciada y cuya cosecha (aunque esta última temporada no ha sido muy buena) se vende casi en su integridad casi antes de recogerse, con destino a los mejores restaurantes de Madrid y de Asturias. Además “aquí todo lo que se siembre se da bien, es muy buena tierra”, explica. Con la concentración parcelaria se persigue sanear las tierras de manera que el agua no se encharque.
Sin embargo hay una preocupación que ensombrece esta reforma agraria. Se trata de las crecidas del río Nalón. La última, aún reciente, ha dejado vestigios visibles. “El río está comiendo la vega poco a poco. Todavía lo vemos en La Imera, en donde el agua se ha llevado cuatro caminos”. Por eso los propietarios han pedido al Principado que negocie con la Confederación Hidrográfica la posibilidad de construir defensas o escolleras que garanticen los cultivos. Es una petición que saben que no va a prosperar pero que consideran muy necesaria para asegurar el futuro de la producción y de la misma concentración parcelaria ahora en marcha, por lo que seguirán peleando por ellas.