Marquesa de Casa Valdés, ejemplo de amor a Pravia
Por Jorge MARTÍNEZ FERNÁNDEZ.
“Ni panegíricos ni palabras de cortesía huecas”. Estoy seguro que éste hubiese sido el deseo de doña Beatriz Valdés Ozores para referirnos a su fallecimiento a la edad de 92 años.
Pero sí se merece un recuerdo, a modo de despedida, pues ha muerto la marquesa de Casa Valdés, heredera del título, privilegio otorgado por Pravia para ellos y para los pravianos un honor, al dar su nombre a la plaza del Ayuntamiento.
Y no se hizo por una servidumbre feudal, ni por querer ser cortesanos de quienes no tenían corte; se hizo porque Pravia quería y debía reconocer a la Casa Valdés lo mucho que hicieron por esta villa. Doña Beatriz Valdés Ozores mantuvo viva esa presencia de su casa en Pravia, la enriqueció y la acrecentó junto a sus hermanas Micaela y María, ésta también recientemente fallecida, y nunca estuvo alejada de nuestras calles.
La historia está escrita. Cambiarla sólo es posible si se cuenta la misma a necios o crédulos pero el problema viene cuando los hay que, desconociendo la misma, se creen estar escribiéndola. No señalo a nadie, pero creo que hay un edificio en la plaza de la Marquesa de Casa Valdés que estos días debería tener sus banderas a media asta en señal de duelo y respeto.
Doña Beatriz Valdés Ozores muchas gracias y descanse en paz, y como praviano sólo espero que la futura marquesa o marqués de Casa Valdés siga su ejemplo de amor a Pravia.