Dos colegios históricos fusionados darán vida al Reina Adosinda
La unión en un solo centro del San Luis de Pravia y del Santo Ángel ha generado disparidad de opiniones en la comunidad escolar, con malestar de algunas familias y el aplauso de otras
Se mantendrán los dos edificios, que albergarán distintas etapas con el objetivo de mantener la plantilla del profesorado y para blindarse ante el problema de la despoblación
F. Romero / Pravia
A falta de la firma del consejero de Educación y Cultura en funciones, la fusión entre los dos colegios históricos de Pravia, el San Luis y el Santo Ángel es ya un hecho. Tal como adelantó este diario, ayer las direcciones de ambos centros (concertados) informaron a las familias de la nueva situación y resolvieron todas las dudas suscitadas. Algunas familias expresaron sus discrepancias con este proyecto, aunque en general la medida ha sido aplaudida, ya que está relacionada con la supervivencia de ambos centros educativos ante el grave problema que sufre Asturias de despoblación y envejecimiento de la población. El centro que nacerá de la unión de ambos se llamará Reina Adosinda y llegará al medio millar de alumnos, que tendrán un uniforme común.
“Todos los los trámites de inspección técnica, presupuesto y administrativos ya han sido aprobados. Solo nos falta la firma del consejero y no queríamos informar a las familias antes de que tuviéramos luz verde a la iniciativa” explica Rosa Álvarez Artidiello, directora del todavía colegio San Luis de Pravia. Mañana se sabrá si la medida tendrá el apoyo de las familias, ya que se abre el periodo de matriculación para el próximo curso, que tendrá la etapa de Educación Primaria en el Santo Ángel y la de Infantil y Secundaria en el San Luis de Pravia. En cuanto a la plantilla de profesores, ambas direcciones confían en poder conservar el número actual de docentes. “Mantener la plantilla y la calidad educativa es el objetivo de esta fusión”, añade Rosa Álvarez.
El proyecto de fusión de los dos centros históricos (ambos fundados a finales del siglo XIX) fue meditada y trabajada desde hace ya tiempo, tanto por las posibilidades educativas que ello conllevaría como empresariales, garantizando además la viabilidad de ambos centros ante la incertidumbre que provoca en los colegios la falta de nacimientos en la zona rural.