El Xiringüelu, más seguro y limpio
Más de 200 agentes, mejor señalización y contenedores de envases, en el dispositivo de la fiesta praviana, que se celebra el domingo pero que arranca mañana con el Xiringüelín
Redacción/Pravia
Más seguro y más limpio. Este es el objetivo de la Cofradía del Xiringüelu, que junto con el Ayuntamiento ha puesto todo de su parte para mejorar la organización de la fiesta, uno de los referentes indiscutibles del verano asturiano. Para ello, se ha reforzado el dispositivo de seguridad y sanitario para garantizar la buena marcha de la celebración en el prau Salcéu, el domingo 4 de agosto, y aumentar el número de contenedores donde depositar los envases para conseguir una fiesta sostenible y comprometida con el medio ambiente. Aunque la celebración comienza mañana, 1 de agosto, con el Xiringüelín, la fiesta para los más pequeños, el domingo es el día grande, con la romería al aire libre en el prau Salcéu. Las tradicionales casetas de las peñas conviven con los miles de personas que se trasladan desde distintos puntos de la región e incluso de la geografía española. Por un día, Pravia acoge a cerca de 40.000 personas dispuestas a disfrutar de una fiesta que cumple ya 79 ediciones y en la que la tradición se ha adaptado al siglo XXI.
En el prau Salcéu ya están instaladas gran parte de las casetas que ocupan las 146 parcelas disponibles, en las que las peñas disfrutarán de la fiesta el domingo, una celebración que cuenta con una parte importante de festejo familiar, con comida al aire libre, bailes regionales y charangas. En la zona del prau libre de casetas, tres DJ pondrán música a la jornada festiva de miles de jóvenes.
Más de 200 agentes y personal sanitario velarán por la seguridad de la celebración a orillas del río Nalón. Este año, se ha incrementado el número de efectivos de seguridad privada, además de Guardia Civil, Policía Local, tanto de Pravia como de Avilés, y Protección Civil. Como novedad en la presente edición, se habilitarán puntos de vigilancia en altura, en la zona del río y en la de libre acceso, para mejorar la seguridad en el prau, y se procederá a la sectorización de la zona, con la instalación de banderolas de colores en distintos lugares estratégicos para facilitar puntos de referencia.
En el ámbito de la sostenibilidad, la organización prevé instalar cuatro contenedores grandes para que los asistentes vayan tirando su basura, además de los dispositivos de recogida de vidrio, plástico y orgánicos que están por el prau. Como en ediciones anteriores, también se colocarán puntos de agua para poder refrescarse y evitar baños en el río. La organización también ha puesto en marcha una campaña en redes sociales para concienciar a los asistentes a la fiesta de la necesidad de contribuir entre todos a la limpieza del prau Salcéu.
El Xiringüelu se suma así a los grandes eventos musicales y festivos del verano, tanto nacionales como internacionales, que apelan a la toma de conciencia social para respetar el entorno natural. En todo caso, como los años anteriores, los equipos de limpieza comenzarán a trabajar a la mañana siguiente de la fiesta en la zona libre de casetas para realizar las labores de recogida de residuos.
Otro de los aspectos en los que la organización del Xiringüelu incide es en el valor familiar de la fiesta, que mantiene el sabor de sus orígenes alrededor de la construcción de casetas por parte de las peñas, una tradición que va pasando de generación en generación. Buena prueba del auge y crecimiento de la simbología de las casetas de madera se puede ver en el crecimiento de solicitudes en los últimos seis años, en los que se ha pasado de 90 parcelas a más de 140. Y para que esta tradición no se pierda, una de las partes de la fiesta que está ganando terreno es el Xiringüelín, protagonizado por los más pequeños que se celebra el 1 de agosto. Para este año, ya se han superado con creces las 100 inscripciones de menores que participarán en las actividades organizadas en el centro de la localidad, entre las que destaca la construcción de casetas de madera. “Es una buena muestra de la conciliación generacional entre jóvenes y mayores”, aseguran desde la Cofradía Xiringüelu.