Algunas aclaraciones imprescindibles sobre San Esteban de Bocamar
Por Xuan CÁNDANO
Hace ya muchos años un inglés compró desde su país un barco en San Esteban. Pero cuando vino a buscarlo apareció en Pravia. Como no veía el puerto por ningùn lado y no hablaba castellano le preguntaba a la gente usando una sola palabra: agua. Lo llevaron a una fuente pública. Al ver que no lo entendían el británico reiteró su petición, pero con grandes gestos con las manos, como queriendo abarcar un océano: agua, agua, agua. Un policía local ató cabos, nunca mejor dicho ante el marino extranjero que buscaba la mar ya desesperado, y lo llevó a la estación para que cogiera el primer tren a San Esteban.
Como esta se podrían contar infinidad de anécdotas, confusiones, problemas y malentendidos provocados por la equivocada decisión de que a San Esteban se le añadiera en el siglo XIX el apellido “de Pravia”. Algunas de ellas tienen menos gracia que la de aquel inglés que no quería ser marinero en tierra y provocan pérdidas económicas y situaciones preocupantes. Cartas, paquetes y envíos a domicilios y empresas con destino a San Esteban que acaban en Pravia. Médicos de guardia que padecen la misma confusión en busca de un paciente. Visitantes que acaban en un restaurante y en un concejo no deseado, pese a reservar mesa. Cuando se inauguró una peña del Sporting en el chigre marinero El Puerto los jugadores que acudieron también se citaron en la villa praviana.
Hace un par de meses llegó la revisión toponímica del concejo de Muros, uno de los últimos de Asturias en adoptarla. Lleva muchos años en marcha ese proceso, que inicia la Consejería de Cultura del Principado contratando a un equipo que elabora un trabajo de campo en cada concejo. Ese equipo eleva luego una propuesta que incluye algunos cambios en determinados topónimos y finalmente el Ayuntamiento la aprueba en pleno, previa corrección en casos concretos y con participación de los vecinos en un periodo de alegaciones.
En el concejo de Muros los vecinos no nos enteramos del periodo de alegaciones porque no se publicitó, como se hace con muchos avisos de menor importancia, y el pleno aprobó la revisión toponímica, que en las dos principales localidades eliminó un añadido artificial. Muros perdió el “de Nalón” y San Esteban el “de Pravia”. El vecindario se enteró un domingo leyendo La Nueva España. La eliminación de esos dos añadidos es correcta.
A Muros se le puso el apellido “de Nalón”- aunque lo natural en castellano sería utilizar “del Nalón”, que es lo usual entre mucha gente e incluso instituciones, imitando a Cangas del Narcea- en 1916. Hasta entonces se le llamaba Muros de Pravia, pero se consideró que necesitaba un añadido para no confundirla con la población gallega de Muros. El topónimo Muros viene de la palabra asturiana “murias”, en alusión al castro sobre el que se construyó la iglesia. Sus restos aún se podían ver a principios del siglo XX.
Cuando se quitó el “de Pravia” de Muros no se hizo lo mismo con San Esteban, probablemente porque entonces su puerto era uno de los más importantes del Norte y Pravia el concejo más poderoso del Bajo Nalón. Aún hoy sigue siendo sin duda su cabecera. Incluso la ría, en vez de denominarse del Nalón, imitando a las demás, se llama oficialmente “de Pravia”, como si la mar llegara a la villa de los cuervos, que está una docena de kilómetros tierra adentro..El dominio de Pravia, concejo admirable de apasionante historia y sede de la Monarquía asturiana, era política y administrativamente tal que todos los pueblos importantes del Bajo Nalón tuvieron en el siglo XIX el añadido “de Pravia” ( Soto, L´Arena, incluso Cudillero) aunque solo lo mantuvo San Esteban hasta hace dos meses.
El error y el artificio de San Esteban de Pravia es único en Asturias y no tengo noticias de otro caso similar en España. Pravia no está siquiera en el mismo concejo que San Esteban, que pertenece a Muros, aunque la mayoría de los asturianos no lo saben y esta distorsión toponímica les hace confundir a ambas localidades. Eso bien lo padecemos los de San Esteban, que si estamos en Oviedo, en Gijón, en Llanes o en Castropol y decimos que vamos a ir a nuestro pueblo creen que partimos hacia Pravia. San Esteban de Pravia era una barbaridad que no tenía parangón y que sería comparable a Candás de Gijón o Siero de Oviedo.
Por eso la revisión toponímica en San Esteban fue acogida con alegría al desaparecer el “de Pravia”, pero con desagradable sorpresa al no incluir como era obligado “de Bocamar”. Porque ese es el nombre del pueblo: San Esteban de Bocamar. Así se llamó desde que se tienen noticias del pueblo, en la Alta Edad Media. El primer escrito conocido que registra el nombre de San Esteban de Bocamar es una donación del rey Alfonso III en el año 905. El último es de Jovellanos, cuando describe su paso por el pueblo en 1792. O sea, este pueblo de la ría del Nalón se llamó siempre San Esteban de Bocamar, desde que apareció hasta el siglo XIX, cuando le modificaron artificialmente su nombre.
Ahora, a principios del siglo XXI, sería otro error que la revisión toponímica solo rectifique a medias el decimonónico. No se explica que la propuesta de la Xunta de Toponimia de la Consejería de Cultura no haya explicitado el añadido de Bocamar, cuando su existencia está constatada en muchos trabajos filológicos e históricos. El mayor experto en toponimia de Asturias, el catedrático y expresidente de L´Academia de la Llingua, Xosé Lluis García Arias, lo dejó claro en los años noventa en una conferencia en San Esteban sobre la toponimia del concejo de Muros, que yo mismo organicé. Fue publicada en la revista de la Academia, Lletres Asturianes, y en la revista local La Ilustración Asturiana, que pusimos en marcha el inolvidable Armando Grande y yo mismo, y en la que aparecieron numerosos artículos, rigurosamente documentados, en favor de la recuperación de los topónimos tradicionales de Muros y San Esteban de Bocamar.
Pero hay margen legal, amplio y suficiente, para corregir este segundo equívoco que vuelve a provocar confusiones, porque hay muchos pueblos en Asturias que se llaman San Esteban. Otro pleno del Ayuntamiento de Muros puede solicitar el cambio (San Esteban de Bocamar) a la Consejería de Cultura, que accedería sin problema a la petición, algo de lo que hay precedentes en otros concejos. Eso es lo que se pide, explica y documenta en el escrito que están firmando masivamente en San Esteban vecinos, personas naturales o vinculadas al pueblo, gente con segunda residencia en el pueblo y visitantes. El entusiasmo del vecindario, abrumadoramente partidario de recuperar Bocamar, está sorprendiéndonos a los propios organizadores de la campaña de firmas.
Puede que sea precisamente ese éxito el que provoca algunas versiones falsas sobre este asunto, incluso en algún caso por escrito, que es preciso aclarar. Una de ellas se refiere a establecer una diferencia filológica entre San Esteban de Pravia y San Esteban de Bocamar, como si el primer nombre fuese una castellanización del segundo asturiano. Eso es totalmente falso. Tanto Pravia como Bocamar son topónimos asturianos. Pravia puede que sea en realidad un hidrónimo, en referencia a una población situada en la ribera de un río. Hay quien lo vincula también a Flavionavia, la población romana de la ría del Nalón, que algunos sitúan en Pravia, aunque yo creo que podría ubicarse en el actual castillo de San Martín, bajo el que hay un castro muy anterior a la llegada de los romanos. Bocamar no precisa mayores explicaciones. Que la toponimia resulte importante como referente cultural e histórico se explica porque los nombres de los lugares evocan accidentes geográficos o acontecimientos relevantes. El descubridor de la inmensa mayoría de los castros asturianos, José Manuel González, el padre de la arqueología asturiana, los localizaba ayudándose de un mapa y guiándose por los topónimos, como en el propio concejo de Muros, donde están sin excavar los restos de El Castiello. San Esteban de Bocamar se llama así porque está en una boca de mar, la que se abre para recibir al río Nalón en su desembocadura.
Otro equívoco inexplicable se suscita cuando se dice que pervivirán en su uso los dos nombres, el viejo y el nuevo, poniendo como ejemplos Uviéu/Oviedo, Xixón/Gijón o Grau/Grado. En esas localidades y en otras muchas se adoptó la doble toponimia, la tradicional asturiana y la castellanizada. No es ese el caso de San Esteban. Por supuesto que no pueden convivir San Esteban de Pravia y San Esteban, ni tampoco este último con San Esteban de Bocamar si el pleno municipal hace caso al clamor del vecindario. Cuando se aprueba un cambio toponímico por todos los cauces legales no hay más nombre oficial que el refrendado por el ayuntamiento, que es la primera institución obligada a utilizar la norma que ella misma refrenda. Otra cuestión es que haya muchos ciudadanos que, por falta de información, sigan utilizando durante un tiempo la toponimia anulada, algo que también ocurre con organismos públicos y medios de comunicación. Ahí, en el uso cotidiano de algunas personas e incluso para Correos o en las señales de las carreteras hasta que no se sustituyan por deterioro, es donde durante algún tiempo convivirán lo nuevo y lo viejo, hasta que esto último pase al olvido irremediable.
Es de esperar que eso ocurra, si se imponen la racionalidad, el sentido común y el respeto a la cultura y la historia, con la recuperación de San Esteban de Bocamar, que además de ser el nombre del pueblo es un topónimo precioso, una marca de calidad para una localidad donde cada día tienen más peso los servicios y el turismo.
Apoyo plenamente el calificativo de Bocamar para San Esteban
Apoyo el nombre de San Esteban de Bocamar.
Siempre fue San Esteban de Pravia, de toda la vida de Dios, ya salia en el DNI de mi padre, aunque ahora 4 iluminados querais cambiarlo por culpa de los bables, vais a acabar como Cataluña. Dejad los nombres de siempre tranquilos, es que no teneis nada mejor que hacer y que se gaste el dinero en estos chitinguitos, ademas en todos los mapas de España sale San Esteban de Pravia, el daño que se haria para el turismo por culpa de estos iluminados seria tremendo.
Me ha convencido: apoyo que mi querido pueblo pase a llamarse San Esteban de bocamar.
Eso que dices tú ye como los que siempre llamaron calle generalísimo pachu s la caí la Cámara de Avilés. Si lees el articulo de Xuan veras que tien sus razones pal cambio de nomenclatura. un de Larena que apoya el nome de san Esteban de Bocamar