Al borde de un acantilado
Por Cristina MERCHÁN
Y cuando el mundo entero se colapsa, sientes que desde lo alto de un acantilado te obligan a saltar y no sabes si sobrevivirás, esa es la sensación que tengo. Hablo como autónoma dedicada a la hostelería, con el negocio cerrado, sin apenas ingresos, con gastos fijos, con todos los trabajadores en casa y con una familia numerosa que proveer el panorama es preocupante.
Quiero pensar que nuestra economía local, hoy con casi todos sus pequeños comercios cerrados, verán mejores días, pero si antes de este Estado de Alerta ya vivíamos en crisis y luchaban contra las grandes superficies, después de esto y quiera Dios que pase pronto, muchos echarán el cierre, incapaces de reflotar y de recuperar sus pérdidas, porque cuando tienes un pequeño negocio y vives de él, te desvives por él buscando alternativas: te financias, te endeudas, pagas impuestos, sueldos, Seguridad Social, etc. y vivimos más o menos al día porque sabes que mientras lo hagas bien garantizas tu fuente de ingresos y la fuente de empleo de tus trabajadores pero este parón en seco nos deja temblando a más de uno…
Todos necesitamos volver a abrir nuestros negocios porque la microeconomía somos nosotros, porque somos responsables de la vida de nuestros pueblos, porque junto a nosotros viven personas que te sonríen en su tienda, en la cafetería, en el restaurante, en la ferretería, en la tienda de zapatos, en la frutería, en el estanco, etc. Personas que echas de menos por su profesionalidad, su servicio, su trabajo, su alegría, lugares que añoras porque eran y volverán a ser el sitio de encuentro con tus familia, amigos o con tus compañeros.
Depende de nosotros volver a vernos en los sitios de siempre, porque si tu apoyas la economía local y te solidarizas con las necesidades de tu entorno, está crisis nos hará más fuertes y nos hará primar en lo verdaderamente importante, la familia, la educación, la sanidad, el trabajo, movilidad y transportes, el ahorro, etc.
¡Mucho ánimo y a seguir luchando!
Por toda esa gente con la que te cruzas a diario. Por ti, por mi, por nuestro pueblo, por nuestros pequeños negocios y sus trabajadores, por el país.