San Esteban se queda por primera vez sin la procesión del Carmen
Los vecinos no recuerdan, ni siquiera en la Guerra Civil, la no celebración de la fiesta marinera, aunque se oficiaron dos misas y se entregó a la Virgen el laurel por los fallecidos que se arroja otros años a la mar
F. R. / Pravia
Tristeza hoy en San Esteban, que se queda por primera vez en la historia sin procesión marinera de la Virgen del Carmen. Tan solo habrá misa (una por la mañana y otra por la tarde), pero sin procesión. Ni siquiera en la Guerra Civil y en la posguerra inmediata se llegó a anular esta fiesta. De hecho algunos vecinos, como Severino Fidalgo, creen que se podría haber celebrado, si no una procesión, al menos “un paseín”, todo por no perder la tradición. “Es posible que no se haya suspendido nunca hasta hoy esta procesión”, explica Fidalgo. “Somos pocos y los veraneantes son habituales y creo que se podría haber hecho algo discreto manteniendo las distancias y con mascarillas porque aquí no suele haber avalanchas de turistas, o hacer algo más discreto por delante del muelle, como se hizo alguna vez en los años sesenta”, explica.
Yonatan Martín es uno de los promotores de una sociedad de festejos local para impulsar El Carmen (en su aspecto lúdico y cultural) y aunque está apenado por la suspensión cree que es lo mejor que se podía haber hecho. “Yo tampoco recuerdo nunca que se suspendiera ni los más mayores tampoco pero aplaudo la decisión del Ayuntamiento y la Iglesia por las actuales circunstancias. Este debe ser un año de reflexión y el año que viene, si Dios quiere, solicitaremos permiso para hacer también las fiestas”.
El acto religioso se mantiene hoy. Esta mañana hubo misa a las doce y por la tarde a las seis, habrá una, algo más solemne, con la asistencia de la alcaldesa y de los concejales del Ayuntamiento. El laurel que todos los años se echa a la mar en recuerdo de los marineros fallecidos, se entregará en la misma iglesia y se colocará a los pies de la Virgen del Carmen, engalanada para la ocasión. Se decidió hacer dos misas para evitar aglomeraciones. La de la mañana estuvo concurrida, siempre guardando las distancias de seguridad, y el vermut en los bares de la zona estuvo animado a pesar de ser día laborable.