Pravia reclama las obras del puente de Quinzanas, tras un año sin noticias

El Ayuntamiento pide al consejero Alejandro Calvo que retome la urgencia de la obra, dado el deterioro de esta infraestructura

El alcalde observa desde el puente el estado de los pilares

Redacción / Pravia

El alcalde de Pravia, David Álvarez, se ha dirigido al nuevo consejero de Medio Rural, Alejandro Calvo, de quien dependen también las infraestructuras, para recordarle que sigue sobre la mesa el proyecto de obra de reparación del puente de Quinzanas, en un importante estado de deterioro, “por lo que urge una actuación”, señala. El alcalde no entiende el retraso de la obra ya que precisamente hace un año se aprobó la declaración medioambiental simplificada que evita la declaración de impacto ambiental ordinaria, mucho más compleja, para agilizar la ejecución de los trabajos.

La obra consiste en la reforma del puente y de su estructura para reforzar su seguridad. En abril de 2019 el anterior consejero Fernando Lastra le comunicó al alcalde en una reunión que su departamento quería actuar “con urgencia” sobre el puente de Quinzanas. Unos meses después aparecía publicada en el BOPA “que el Proyecto de estabilización de pilas y rehabilitación de la estructura del puente de Quinzanas en la carretera AS-39, Pravia-Cornellana a Santirso, promovido por la Dirección General de Infraestructuras y Transportes, no debe someterse al trámite de evaluación de impacto ambiental”.

“Desde que se aprobó esta resolución no hemos sabido nada más del proyecto, por lo que he insistido ante el nuevo consejero para que reactive el tema, ya que ha sido además el propio Gobierno del Principado quien consideró urgente esta obra. No hace falta ser un experto para ver el estado del puente”, afirmó el alcalde de Pravia.

La tramitación para la adjudicación de esta obra comenzó ya en agosto de 2018, hace ahora dos años. Ha habido muchas quejas vecinales desde entonces y también de pescadores. Se trata de un puente con más de treinta años de antigüedad y escasas reformas, a la que las inclemencias del tiempo y su ubicación al borde de una escarpada han pasado factura, convirtiéndolo en un paso peligroso para los vehículos que acceden a esta parte del concejo. El deterioro ha sido especialmente notorio durante los últimos inviernos, en los que los temporales y crecidas del río han comprometido la estabilidad de los pilares y deformado el firme de la pasarela.