Un campo, un equipo, una historia
Por Luis Miguel MENÉNDEZ
Década de los años 40 y años 50, en el pueblo praviano de Loro los chavales de aquel entonces y con mucho ánimo entaman – a pico, pala, fesoria y con un carro y una pareja de gües- a facer un campo de fútbol en el monte de Loro. Se llamaría “La Llaneirona”, que se hizo con dineros llegados de Cuba, Argentina y con donativos procedentes del pueblo y sus vecinos. Fueron trabajos muy duros por las malas condiciones del terreno, pero eran gente muy unida y ponían gran empeño. Se creó el C.D. Loro, había campeonatos de fútbol entre pueblos vecinos, pueblos como Villavaler, Mallecina, Puentevega. Había mucha y una gran rivalidad y las patadas y los moratones no faltaban. Hízose una fiesta anual, “la fiesta del árbol”, la última semana del mes de mayo. Los nenos de Loro recitaban un poema al árbol y con la presencia de autoridades importantes, como don Manuel de la Torre, alcalde praviano de la época; el jugador del Sporting de Gijón Enrique Castro “Quini” y otros más, era tradición que se reunieran las familias del pueblo y de fuera del pueblo para subir de meriendas a la fiesta y pasar un día de campo con la sombra que daban los grandes pinos que había en el entorno del campo. Aunque eran tiempos difíciles por la escasez que había, las familias reunidas disfrutaban de ese día que era esperado con ganas. El pueblo de Loro contaba con tres fiestas: en enero La Zapicon”, en mayo la fiesta del Árbol y en agosto la fiesta de San Lorenzo; por aquel entonces, el pueblo contaba con dos bares funcionando, Casa Chamaco y La Flor de Loro. Había mucha juventud en el pueblo y acudía gente de todos los pueblos vecinos, había bailes en los dos bares. Eran otros tiempos, la foto del equipo de fútbol es de 1957, viejas leyendas y viejas historias de amigos y de buenos vecinos de los solo queda uno con vida. No tendría yo hojas de papel para escribir sobre mi pueblo, sobre Loro. Con el pasar de los años el equipo de fútbol se iba renovando. Bueno, pues así era y fue la historia ,es una lastima que hoy ya no haya gente por los pueblos y que todas las fiestas se vayan acabando por las trabas que están imponiendo, se quitan las ganas de hacer nada, solo nos queda tirar de recuerdos y fotografías.