Publicado el: 13 Nov 2016

“El potencial de ganaderos jóvenes está aquí, en Somiedo”

Jesús Lana investiga las causas de la marcha a la ciudad de la juventud, lo que a su juicio se evitaría facilitando medios básicos para instalarse

Jesús Lana en la braña de Sobrepena

 

F. Romero / Somiedo

Vivir y trabajar en Somiedo sería posible para muchos jóvenes si dispusieran de los medios básicos para su primera instalación. Esta es una de las conclusiones que aporta el investigador Jesús Lana Feito en su tesis doctoral, presentada en el Departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad de Oviedo. Lana presentó su trabajo semanas atrás en el XII Alcuentro Vaqueiro que se desarrolló en el puerto. La principal actividad económica para los jóvenes somedanos es la ganadería. La investigación se realizó “para conocer de primera mano qué dificultades tienen los jóvenes para dedicarse a la ganadería en los pueblos de alta montaña, preguntándole a ellos mismos, a ganaderos jubilados, a políticos del sector, procurando obtener opiniones sinceras e investigando desde dentro”, explica.
Los encuestados aportaron información coincidente sobre los medios que consideran básicos para vivir de la ganadería: disponer de una vivienda, de una cuadra, de ganadería, de fincas y de maquinaria. Aunque tampoco se desprecian otros factores como la manera de gestionar la ganadería, la herencia familiar, los servicios públicos de la zona, la formación, el ocio y la fauna salvaje.


 


Además, según explica Lana, estos intereses son comunes en las parejas, independientemente del sexo:”ninguna entrevistada ha manifestado sentirse incómoda trabajando con su pareja en la ganadería, ni tampoco por vivir en un pueblo. “Actualmente si la mujer decide vivir en un pueblo su tarea reproductiva no es la fundamental, ni tampoco su actividad en la casa familiar. Las mujeres cargadas de hijos, realizando tareas domésticas y atendiendo el ganado menor no son, afortunadamente, las mujeres de hoy”. El investigador replica a aquellos que creen que las subvenciones en el campo acaban siendo negativas para los propios ganaderos: “los entrevistados nos dicen que las subvenciones no son el problema, sino una ayuda imprescindible para el inicio y el mantenimiento de una actividad, como la ganadería, que se considera básica en un país moderno”.
Jesús Lana quiere demostrar que la ganadería tiene además unas repercusiones socioeconómicas y medio ambientales de gran valor también para otros sectores. “Los turistas no acudirían a visitar los pueblos abandonados, con las fincas llenas de maleza y los matorrales rodeando las casas derruidas. Tampoco otras actividades que se adjetivan sostenibles generarían unos ingresos para vivir dignamente en el medio rural”, asevera.
Por eso insiste en que las posibles futuras parejas han de solucionar problemas que son fundamentales “e inciden directamente en sus decisiones de abandonar o quedarse en el campo, es decir, disponer de los medios básicos ya indicados para lo que se denomina primera instalación. Los jóvenes ganaderos quieren vivir independientes, tomar sus decisiones y, por lo tanto necesitan una inversión inicial, comparable a la necesaria para vivir en la ciudad”, explica. A su juicio “el potencial de población joven capaz de trabajar en la ganadería está aquí, en Somiedo, como en cualquier otro municipio y no en las posibilidades idílicas del neorruralismo. La administración y las familias tienen la solución y no es difícil” concluye.

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